INTRODUCCIÓN
Pocas veces uno tiene la oportunidad de experimentar un día tan especial como el que vivimos en el primer aniversario de Consultora JB. Para muchos de nosotros, fue la primera vez que nos veíamos cara a cara, después de meses trabajando juntos desde distintas áreas y ciudades, conectados solo a través de una pantalla. No exagero al decir que esa mañana, al llegar a la oficina y encontrarme con las caras familiares —pero al mismo tiempo nuevas— de mis compañeros, sentí una mezcla de nervios, emoción y mucha curiosidad por todo lo que nos esperaba.
DE LA OFICINA AL CAMPO
Desde el primer momento, se sentía un ambiente lleno de entusiasmo. El encuentro en la oficina fue una gran oportunidad para que los equipos de Diseño y Comunicaciones, Audiovisual, Marketing y Publicidad, Legal, Recursos Humanos, Planeamiento Estratégico, Comercial y Ventas se vieran cara a cara. Entre saludos, risas y una energía contagiante, las videollamadas dieron paso a los abrazos, las bromas y las conversaciones de verdad. Lo virtual se volvió real, y ese cambio se sintió en cada encuentro.
Después, nos dirigimos todos juntos a un campo deportivo. Dejamos atrás la formalidad del día a día para pasar a un espacio de integración, de esos que nos permiten ser nosotros mismos, sin cargos ni etiquetas, solo con las ganas de pasarla bien. El traslado fue sencillo, pero tuvo un significado especial: era el inicio de una jornada distinta, donde el objetivo principal era compartir.
Apenas llegamos, todo fluyó de forma espontánea. Unos se animaron a armar su partido de vóley, otros prefirieron el fútbol, y también hubo quienes simplemente disfrutaron alentando desde las gradas. Cada grupo eligió cómo sumarse, y eso fue lo que hizo el momento tan especial.
El espíritu competitivo quedó de lado, porque lo que más nos interesaba era compartir, conocernos mejor y disfrutar el momento. Con cada partido, la emoción fue creciendo. El aire libre, las risas y el juego sirvieron para romper el hielo, acercarnos aún más y descubrir puntos en común con compañeros con los que, quizás, nunca habíamos hablado fuera del trabajo.
Cuando terminó la jornada deportiva, todos coincidimos en lo bien que había hecho desconectarnos un rato de la rutina. Más allá del juego, fue una forma genuina de fortalecer la confianza y la colaboración. Nos quedamos con esa sensación de que este tipo de espacios marcan la diferencia, porque nos recuerdan que lo que realmente nos distingue como empresa no son solo los resultados, sino las relaciones que construimos y la pasión que ponemos en lo que hacemos.
Al finalizar la jornada deportiva, todos coincidimos en lo gratificante que había sido dejar atrás la rutina por unas horas, para conectar desde lo humano y fortalecer los lazos de confianza y colaboración. Estas actividades, más allá del entretenimiento, dejaron una huella imborrable, recordándonos que nuestro verdadero diferencial como empresa está en la calidad de nuestras relaciones y en la pasión con la que, juntos, afrontamos cada desafío.
Cuando volvimos a la consultora, nos esperaba un almuerzo delicioso. La mesa larga, llena de platos compartidos y buena compañía, se convirtió en el escenario de nuevas conversaciones, historias personales y, cómo no, algunos brindis espontáneos para celebrar lo lejos que hemos llegado en tan poco tiempo. Esos minutos de pausa, sentados todos juntos, nos permitieron ver el lado humano de nuestros compañeros, conocer un poco más de sus vidas fuera del entorno laboral y reforzar lazos que, estoy seguro, durarán mucho más que un año.
¡GRACIAS EQUIPO JB!
La tarde culminó con una de las partes más emotivas: la entrega de diplomas. Cada vez que llamaban a un compañero al frente, el resto del equipo aplaudía y celebraba como si se tratara de un logro propio. Mirar los rostros de orgullo, alegría y agradecimiento fue un recordatorio de que el esfuerzo diario realmente vale la pena, y que cada pequeña contribución es parte fundamental de lo que somos como empresa.
El día terminó, pero la sensación de gratitud y pertenencia permaneció en todos nosotros. No solo celebramos un año de Consultora JB; celebramos el haber construido un espacio donde se valora el talento, la dedicación y, sobre todo, la calidez humana. Hoy sé, sin dudarlo, que el mejor logro de la consultora no son los proyectos completados ni los éxitos conseguidos, sino las personas que la forman.
Si tuviera que resumir la experiencia, diría que fue una jornada llena de descubrimientos, risas y mucho aprendizaje. Un recordatorio de que, aunque el trabajo a distancia nos une en lo profesional, nada reemplaza la magia de compartir y crecer juntos, cara a cara. Y ese, estoy seguro, será siempre el verdadero espíritu de Consultora JB.
Este aniversario no solo marcó un año de trabajo y logros, sino el inicio de una etapa aún más inspiradora para todos. Gracias por la confianza, la entrega y la buena vibra.
“Un año después, celebramos no solo logros, sino la construcción de un gran equipo...
¡Vamos por muchos más!
COMENTARIOS
No me dieron mi diploma :c
Jajajajaja que divertido xD
